"En la lucha contra la realidad, el hombre tiene solo un arma: la imaginación."

Cara de decepción

Bueno, pues aprovecho ya para decir que por si no os habéis dado cuenta he cambiado/alargado el nombre del blog y he añadido una descripción a la página, si llegáis a leerla alguna vez, espero que os guste.
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Cara de decepción, una mirada de desconcierto, eso fue lo que vi esta mañana en la cara de mi antiguo entrenador de fútbol.Como si lo que viera en mi no le agradaba, como si en realidad no esperase que me hubiese convertido en lo que veía, supongo que el niño con ganas de superase al que entrenó, no se parecía en nada al chico con gafas que vió.  Hacía mucho que no le veía, ambos hemos cambiado mucho el tiene menos pelo, y eso que sigue teniendo la misma pelambrera que antes, y yo soy más mayor me pusieron gafas y aparato (¡que me quitan el próximo mes!)
Hoy tuvimos E.Física a tercera, y estábamos saliendo de los vestuarios cuando  vi a lo lejos a una cara que me sonaba. Hasta ese minuto siempre deseé volver a encontrarme con mi antiguo entrenador. Él, que me animaba cuando no lograba marcar ningún gol. Él, que me consoló cuando me golpeé la cabeza contra el toro mecánico al caerme, después de batir mi récord de tiempo encima de este. Él, que aunque siempre iba el último cuando corríamos, hacía la vista gorda y no me hacía dar las vueltas, que sin duda les habría dado dar a los demás por ir los últimos. No era ,lo que se dice, como una padre ni siquiera como una amigo, era simplemente mi entrenador.
Se podría decir que era un borracho y un "fumeta", pero él era mi entrenador.(sin animo de ofender)
Recuerdo con "cariño" los partidos, hubo en uno en el que al final del primer tiempo íbamos perdiendo 0-4 y al entrar en los vestuarios entró gritando(como siempre que ibamos perdiendo): ¡Pero a qué cojones estamos jugando! mientras daba un portazo con la puerta, después de una "alentadora" "charla" ganamos el partido 6-5. Ese año ganamos la copa.Y sí, al final, logré marcar un gol, cedido por el delantero estrella.
Y lo más triste de todo, es que él nunca leerá esto, y dudo que se lo diga alguna vez lo agradecido que le estoy.

Dedicado a mi entrenador , Moises.

4 comentarios:

  1. Siempre algún conocido cercano tuyo podrá decírselo :)

    Y me había dado cuenta que has ensanchado la página :P

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  2. jeje, solo 9 personas saben que escribo, y de ellas solo 2 conocen esta página

    lo hice hace mucho, pero te lo agradezco

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  3. Que bonico el relato. Mi entrenador tambien me apoyaba, recuerdo una vez que fallé un tiro a metro y medio de la porteria y el pobre, pensando que la culpa debia ser de mi calzado, comenzó a tirarme un monton de zapatillas en mitad del partido. Más majo el hombre...

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  4. Hombre humor tenía.

    El otro día en las fiestas de mi colegio, le vi estaba en la balonera y le pedimos un balon y nos dijo: vale tomad, pero no me toqueis los huevos, devolvedmelo. No me toqueis los huevos, eh, que os los arranco

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